miércoles, 9 de diciembre de 2015

Bogotá, la noche azul de diciembre.



Luis Fernando Vásquez Lalinde.
Director
                                             

Paris 2015 / COP 21, entre el calor y el terror (calentamiento y miedo)                                              1.                                                                1.                                                                  1.
¿Ante la crisis climática, es necesario hacer un evento de tan alto impacto con sus emisiones?, muchos aviones llevando delegaciones de más de 180 países, un espectáculo que no se compadece con las circunstancias climáticas, ¿compensarán esa brutal huella de carbono? ¿Sabemos cuál es la huella de la COP 21?
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No va a pasar nada, así firmen el gran compromiso, no cumplirán, no hay interés en renunciar a la mayor riqueza, enriquecimiento, a la acumulación de poder y capital, las   grandes corporaciones no lo harán, no lo permitirán, estas gobiernan y controlan los gobiernos que se sienten democráticos…..money……money…….. No pasará nada.


La temperatura seguirá en aumento y los desequilibrios de la naturaleza serán más contundentes y dañinos, más frecuentes y asustadores, más injusticia climática, pero a todos se nos mojará el culo. No pasarán de tener una relación vinculante, palabreja de moda que no compromete nada ni a nadie, no se trata de que la relación de los países con el cambio climático sea vinculante, sino obligatoria en cumplir el compromiso de la reducción de sus emisiones de GEI (gases efecto invernadero) y esto es para hace 20 años, 20 años atrás. 
De eso se trata, de obligarse a actuar y a cumplir combatiendo el calentamiento.

Ahora todos los países van a tener una relación vinculante con el cambio climático, pero ¿será obligatoria? Debe ser obligatoria para tener algo de esperanza en el freno al calentamiento y sus graves consecuencias, no se debe permitir que aumente la temperatura más de 2 grados, soy incrédulo como el que más, aunque como dicen  por ahí: “no hay tiempo para ser pesimista”

El número 21, COP 21 significa que se han hecho 20 conferencias de las partes (COP) y que ahora, en la 21, se reunirán 120, 149 0 196 mandatarios (¿qué tanto mandan?) en medio del imparable calentamiento global y la zozobra y  miedo por el terrorismo delirante, que se da por los pecados el pasado después de dos guerras mundiales y no resueltos. No ha pasado nada, no pasará nada salvo que el planeta seguirá calentándose, creciendo la vulnerabilidad de la especie humana y la de las otras especies vivas.

Lo que está claro como una verdad de a puño, es que se tienen que reducir las emisiones de GEI  para evitar un mayor aumento de la temperatura promedio en el planeta y evitar la progresión y permanencia de grandes desastres que vienen de la naturaleza misma pero que son provocados y causados por los seres humanos (¿qué tanto lo somos?) y que cada vez más, aumentará la vulnerabilidad de las especies vivas y nosotros somos una de ellas.

                        REDUCIR LAS EMICIONES DE CO2 equivalente, es el propósito.

La gran paradoja de la humanidad ahora mismo, es cómo reducir el impulso del desarrollo, como contraponerle el anti desarrollo, estamos en más producción, más consumo, más retorno de la inversión, money, money, money, más tasa positiva del retorno de la inversión, más aprovechamiento de los recursos naturales, más contaminación, más población, ¿cómo lograrlo?   
                        
Esto no será posible.

Con este modelo de civilización y de producción no es posible conciliarlo con la supervivencia de la especie humana, por lo menos con los más vulnerables, los más pobres. Es importante entender que el concepto, muy de moda y muy usado en el lenguaje social ideológico, de sostenibilidad, es eso, un concepto que más bien representa el deseo y oculta la verdadera responsabilidad y realidad. 

En la medida en que el desarrollo soporte su producción en la utilización de los recursos naturales, especialmente en la generación de energía fósil y la contaminación de ellos, será imposible la sostenibilidad. En la medida en que no dejemos la adicción del consumo energético no estaremos listos para perpetuar la especie humana, estamos conectados a la energía de manera permanente. 

En la medida en que no reduzcamos el consumo presionado por la publicidad y la moda, no habrá sostenibilidad posible, esto es un embeleco para distraer.
                                                          

 Desarrollo sostenible.

                                         
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viernes, 27 de noviembre de 2015

Bosques

Luis Fernando Vásquez Lalinde.
                                             Director General

…..Otra vez
escucho aproximarse como el fuego en el humo
nacer de la ceniza terrestre,
la luz llena de pétalos,
y apartando la tierra
en un río de espigas llega el sol a mi boca
como vieja lágrima enterrada que vuelve a ser semilla”. “… Naciendo en los bosques, Pablo Neruda.

El bosque no es el árbol, el otro árbol y este árbol son el bosque. 

El bosque es el agua, es el paisaje, es el escondedero de fantasmas y matones. Es el recodo sin ángulo recto, el bosque niega el cuadrado y las esquinas. El bosque es el pájaro y su canto de amanecer. Del  árbol del bosque el ahorcado y la rama que lo sostiene, desde el carruaje dorado que le atraviesa  y llevado por cuatro sombras alborotadas, mira la princesa como pende en balanceo el cadáver reciente desde la soga en el interior del bosque.

Un bosque de abedules o de cerezos y nogales, de robles y encenillos, un bosque para perderse en su corazón.

Los bosques son la biodiversidad, esta no suele encontrarse ni en los edificios, ni en las carreteras, esta suele estar en los arbolados nativos y en evolución. Biodiversidad también en los desiertos, espacios dorados, rojos y amarillos que hospedaron antes la humedad del bosque diluido en tormentas y aguaceros. 
Sencillo como esto: sin bosques no habrá vida, aún quedan algunos y queda algo de vida de la especie inhumana. Humano el tigre, el león, el zorro y el redondo hipopótamo.

Los bosques ya han desaparecido antes como en la última glaciación, entre los años 68.000 y 13.000 a.C. pero la dormancia (una semilla dormida y en espera) de ciertas semillas permitió la reinvención del bosque. El bosque es boreal, es húmedo, es de niebla, nubado, es seco, tropical, es primario, secundario, plantado, bosque de mangles, bosque de robles, de raques, gaques y cucharos, tunos y espesos matorrales donde las aves se encuentran en sus cantos.

Nuestro modelo de civilización surgió aplastando los bosques y creciendo sobre ellos. El desarrollo que quiere decir progreso, se consolida sobre el excesivo consumo de recursos naturales, mejor sería el no desarrollo y el regreso.
No en la nevera, sí en los bosques se fundamentan los mitos, leyendas, allí se encuentran los duendecillos, las brujas, el bien y el mal en la piel del colibrí que quieto baila Schubert.

Los nuevos bosques aprisionan en su estructura creciente el CO2  producto de nuestra adicción al consumo energético cada vez más obsesivo, estamos en permanente conexión con la energía eléctrica, como para que se nos erice el pelo.

Hoy en nuestra Fundación Al Verde Vivo, nos hemos dedicado a la plantación de bosques nativos (alto Andino) para la protección la ronda del río Bogotá en la cuenca alta. Vamos por 190.000 y queremos llegar a un millón y medio. Súmese a esta campaña y adopte un árbol ingresando a: www.adoptaunarbol.co usted podría sembrarlo si quiere y puede y tiene tiempo, sino nosotros lo sembramos por usted y los cuidamos, además lo certificamos.

Combatir el cambio climático es un deber de todos los humanos inhumanos y una forma de hacerlo es apoyar la creación de bosques, la siembra y cuidado del hogar de la vida. El bosque es el resumen de la naturaleza. Si usted no puede hacerlo, nosotros lo hacemos por usted.

Quiere dar un buen regalo, un pésame por alguien que nos ha abandonado, una celebración por alguien que recién llega, done un árbol. La selva es el bosque.